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Peter Tabichi, que da clases en el colegio Keriko Mixed Day (Kenia), fue distinguido como el mejor profesor del mundo tras ganar el galardón “Global Teacher Prize 2019”, dotado con un millón de dólares.

Entrevistador: El mejor profesor del mundo, ¿qué significa eso para usted?

Peter Tabichi: _______ .

Intento fomentar en el alumnado un buen hábito de estudio, basado en lograr que el temario sea más atractivo. Además, uso la educación de igual a igual, donde los alumnos se enseñan unos a otros, para promover la colaboración.

Intento fomentar en el alumnado un buen hábito de estudio, basado en lograr que el temario sea más atractivo. Además, uso la educación de igual a igual, donde los alumnos se enseñan unos a otros, para promover la colaboración.

Ganar el premio me ha dado una plataforma global maravillosa y ha generado un enorme interés por parte de muchas personas que también están invirtiendo en un cambio positivo. Este no es un gran momento para mí, sino para todos los alumnos y maestros de Kenia.

Para ello, tienes que ser creativo. También, debes abrazar la tecnología y promover métodos modernos de enseñanza. Los verdaderos profesores tienen un papel que se extiende más allá del aula y las materias que enseñan. Lo que importa es la pasión y la dedicación con la que servimos a nuestros alumnos.

Muchos de ellos vienen de familias muy pobres y sufren estrés que no les permite mantener la concentración en clase. Entonces se necesita de un vínculo más fuerte con los alumnos. Debemos ayudarles a descubrir que tienen talento, que pueden pintar, que pueden inventar cosas.

El año pasado fuimos nombrados el mejor colegio público del país en la Feria de Ciencia e Ingeniería de Kenia. La escuela no tiene biblioteca, sala de profesores ni tampoco aulas adecuadas. Á pesar de estos inconvenientes, hemos logrado el reconocimiento nacional.

Fui criado por una familia de maestros: mi padre, mis tíos y cuatro de mis primos. Mi madre murió cuando yo tenía once años dejando a mi padre con el desafío de criar a mis hermanos y a mí, mientras cumplía con los deberes de su profesión. Ver su humildad y generosidad en acción todos los días fue lo que realmente me inspiró.

Planeo invertir en un laboratorio de computación escolar y asegurarme de que tengamos una mejor conexión a Internet. Me gustaría crear un club de desarrollo de talentos. Quisiera apoyar a los estudiantes brillantes y, también, a los que viven en la miseria.