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Maribel Verdú, una de las actrices españolas más famosas, ha hablado con los lectores de la revista «Elle» sobre su carrera cinematoJrá¿ca y su vida

Entrevistador: ¿En qué momento de su vida decidió ser actriz y entregarse al arte de la actuación?

Maribel Verdú: _______.

– La gente siempre te recuerda las cosas malas. Yo podía hacer dos películas buenas y una mala, y la que me recuerdan es ésta. Ahora duermo más tranquila si trabajo en proyectos en los que creo y que me dan prestigio como persona y actriz.

Me gusta mucho hacer teatro contemporáneo, me llega más. Me encanta leer a los clásicos, pero me cuesta mucho verlos en escena. Me pasa igual en el cine. Yo pre ero hacer cine actual.

– Nunca tuve la oportunidad de hacerlo, así que no me lo he planteado. Empecé en esto de forma casual. Si tuviera que empezar de cero, me matricularía, pero mi escuela han sido treinta años de trabajo y no tendría mucho sentido hacerlo ahora.

– Estoy acostumbrada, pero intento llevarlo con la mayor naturalidad posible y sin perder espontaneidad. Si hay algo que no soporto, es la falta de respeto. Por ejemplo, cuando vas a un restaurante y notas que los de la mesa de al lado intentan fotogra arte.

– Yo creo que lo de la publicidad no es para nada perjudicial: todos sabemos que es di cilísimo que una empresa te elija; cuando lo hacen es por algo.

– Cuando tenía seis años, en una obra de teatro que organicé con mis amigas. Recuerdo que salí descalza al escenario, vestida con el albornoz de mi abuela... Al terminar la función, me aplaudieron mucho y me sentí feliz.

– Es lo único que hago en mi tiempo libre. No tengo hijos, no cocino porque no me gusta, no tengo ordenador, odio el ambiente de los gimnasios... Me quedan novelas y libros de poesía.

– Sin duda. La gente más simpática que he conocido en mi vida se dedica a esto. La que menos juzga, la que menos prejuicios tiene, la que es más abierta de mente. La mejor gente que conozco se dedica al arte. Eso es lo mejor que me ha dado mi profesión.